He aquí una más. En el más absoluto de los silencios, en el Valle de Oto, Aragón.
¡Qué tierra!¡Qué lugares!
Me quedé con ganas de más. Supongo que volveré. Es un lugar mágico y, las que somos un poco brujas y soñamos con ser hadas, necesitamos algo de esto de vez en cuando.
Un beso enorme.
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